viernes, 27 de febrero de 2009

¿Epidemia?

El pasado jueves 26 de febrero en mi colegio hubo una posible Epidemia. Estábamos todos los cursos de primaria en la capilla. Los de 6º teníamos que estar de pie.
Y poco a poco, durante esa media hora hubo unos casos de mareo, visión borrosa, dolor de cabeza y dolor de tripa: Aritz, Ibane, Iñigo, e incluso yo.

Unos dicen que estábamos poseidos por el demonio; otros, que era vudú; y, algunos dicen que simplemente era la calefacción a tope.
Pero, como yo pensaba... ¡Este caso no se puede resolver!

martes, 24 de febrero de 2009

El Poder de los Volcanes

Para poner de manifiesto la extraordinaria fuerza que pueden desarrollar los fenómenos volcánicos, daré algunos datos sobre la erupción del Krakatoa en 1883, frente a la cual la más potente bomba de hidrógeno resulta un insignificante fuego de artificio.

En la isla Krakatoa, situada entre las islas Sumatra y Java, se elevaban 3 cráteres, el mayor de 832 metros de altura. El día 20 de mayo de aquel año, entró en erupción abriendo 11 nuevos cráteres y cubrió el mar en 30 kilómetros cuadrados con los materiales arrojados. El 26 de agosto una explosión de violencia indescriptible hizo volar el volcán en pedazos: de los 33 kilómetros cuadrados que tenía la isla, 20 desaparecieron bajo las aguas.
La explosión provocó una formidable ola de 70 metros de desnivel, que penetró 4 kilómetros tierra adentro en las islas de Sumatra y Java, borró del mapa 132 aldeas y causó 36.380 víctimas. La ola solo llegó a América cruzando el Pacífico, sino que, tras atravesar el Índico, el Atlántico y el Caribe, fue registrada en Panamá.
La onda explosiva fue de tal magnitud que dio 7 vueltas al globo terráqueo; su paso quedó perfectamente registrado en el observatorio de París. El ruido alcanzó tal intensidad que se oyó claramente a 3.630 kilómetros del volcán. Esto significa que, de haber ocurrido en Guinea, hubiera resultado audible en Madrid o Barcelona.

J. Montoriol-Pous